Un buen ejemplo de vino de la Ribera del Duero: de entrada es potente y luego muestra su elegancia y equilibrio. En nariz se aprecian toques especiados de la barrica americana (vainilla especialmente) y finos tostados de la madera. Al paladar se muestra muy equilibrado y sabroso. Para degustar ahora o en los próximos cinco años.
90% tinta del país, 10% cabernet sauvignon.